miércoles, 5 de enero de 2011

Canciones que hagan llorar

A veces pienso lo dificultoso que es "querer" a alguien, y me dan ganas de que ese sentimiento desaparezca por completo. Y pongo "querer" entre comillas, porque lo voy sintiendo cada vez menos, esa palabra para mi tiene menor sentido que para los demás. Sí, este fue un comienzo de mierda, bastante cursi, pero qué me importa.
Durante algunos años amé, y sin comillas ni nada, amé de verdad. Me costó olvidar, podría decirse que algunas mínimas cenizas, bah, unos restos de polvillo de ese gran amor todavía no logré eliminar, pero quédense tranquilos que no arde, y de las cenizas uno no puede encender un fogón. No. Después de eso con mucho resentimiento me saqué las ganas, aprendí a vivir sin reglas, sin preocupaciones, y aunque a la noche lloraba por no tener a alguien a mi lado, comencé a acostumbrarme y un poco creo que me gustó. Nunca dejé de estar con alguien, siempre necesité a algún boludo que con una mentira me hiciera sacar una sonrisa, aunque sea falsa y sólo dure un ratito, no me importaba, algo tenía que tener. Varios amores, que uno llama "amores", pero al terminar la relación uno se da cuenta que no lo fueron, por diferentes razones. Y siempre terminás con un "no era nuestro momento", cuando desde un principio estaba afirmado que esa persona no era para vos. Pero bueno, tristemente te digo que fue el que me dio pelota, y como me dio pelota me gustó. Pero cuando nos conocimos yo no le gusté, y yo me engañaba haciéndome creer que sí y que me pasaba algo. Siempre fue así, siempre lloré, por uno o por otro... nadie valió esas lágrimas, pero qué más da.
Hasta que un pibe me invitó a cenar, me sedujo con su romanticismo donde escondía no tan ocultamente su sexopatología, y otra vez, ella se inventa un dulce que la pasa a buscar en auto y la saca a pasear. Te quiere dar, punto. Y ahi sí que duele. Te exige ser lo que no sos, ser más de lo que querés ser, ser su ideal, a cambio de tenerlo, ¿para qué? Si ni siquiera lo hace bien, ese amor no sirve.
No quise querer más. A nadie. Y no quise tener nada más con nadie. Quise estar sola, y cuando digo sola, es sola. Ni un mensajito de nadie, ni un chico de algún boliche, nada. Viví sola varios meses, sin que nadie me llame, me mime, me diga nada. Y me gustó mucho más.
Después de eso se me reveló algo raro, algo que tal vez tenía guardado hace mucho y nunca quise reconocer. Sí, a esta altura que diga "amor" pierde el sentido, no creo, pero algo inentendible fue. Como lo dije al principio. Esta vez tuve que entrometerme en mis propios sentimientos hasta poder aceptar que no todo era tan duro como crei. Y sí, capaz ese verdadero amor de hace años ya estaba enterrado, capaz me gusta este, capaz que no, no sé. Pero entrar en su juego no fue fácil, venía de estar sola, y pasar a tener celos enfermizos que te llegan por mensajes de texto, presiones por cambiarme (otra vez), el querer cumplir... Yo lo elegí, y no me arrepiento, y me hago cargo. Por alguna extraña razón quiero darle más cada día, quiero hacerlo feliz sin importar lo que me cueste. Y eso no está bien, no me hace bien que a pesar de que hago de todo nunca le alcanza, soy una forra, hago todo mal. Me lastima, y lo quiero. Lo quiero sin comillas, te lo digo ahora después de 10 minutos de desahogarte todo. Pero no lo quiero querer. No quiero aceptar más que lo quiero. Quiero tenerlo guardado adentro mío muchos años más, que tomemos mates y nos riamos de nuestras caras, y que cuando entienda que lo quiero y confíe en eso, caminemos juntos. Juntos, no él adelante y yo siguiéndole la sombra.