miércoles, 30 de diciembre de 2009

Última semana.

-Como especie de oportunidad te doy una semana para cambiar, para que reviertas la situación. Pero vos no vas a enterarte de eso y vas a actuar como siempre, sin arreglos.
-¡Buenísimo! Hoy es el segundo día de la semana. Te voy a demostrar que me importás, y mañana también. Pero pasado te voy a extrañar, te voy a querer un poco más que sólo querer, y te lo voy a decir. Y te voy a dejar pensando toda la noche.
-Te odio. Porque yo pensando que te quedaba una semana, pensé que ibas a aparecer un minuto antes, pero no.
-Ah bueno, otro día. Igual todo muy lindo.
-Me matás, y hacete cargo.
-No, solamente voy a jugar con vos hasta el final de la semana.
-Pero a las 23:59 de hoy te voy a olvidar, y ya no vas a poder.
-No te creas, porque en 23 horas y 59 segundos puedo hacer más de lo que pensás.

(conversaciones entre pensamientos sobre el otro).

INTRO-PRESENTACIÓN

Luego de mucho meditar, y a 24 hs de terminar el año 2009, lo decidí y acá estoy. Después de tantos años de cuadernos, de blocks de notas de Inicio/Accesorios, de blogs que jamás nadie abrió, de "Guardar como borrador" en el celular, puse fin y me animo a que lea quien quiera, y al que no le guste que haga clic en la X que tiene en la parte superior derecha de esta ventana. Es lo que menos me interesa.
Pero esta necesidad de sacarme la locura hacia afuera y expresarla va a tener lugar acá. Por eso elegí esta genial frase de Miguel Abuelo, porque no tiene sentido atarse a una soga de metal, ¿para qué? ¿Para qué esconderse? No tengo miedo.
Y tampoco me da miedo que no se sepa definir de qué trata esto, si van a ser crónicas, ciencia ficción, poesía o simplemente divagues. Esto es lo que tengo adentro. Avanti.