martes, 6 de octubre de 2020

Siempre de viaje

 Retomo el blog de la salida de mi adolescencia, tuve que pensar el nombre, no leí nada para que no me condicione, y aquí estoy. Así continuó la historia: encontré el amor de mi vida, me casé, nos ibamos a ir de viaje a Europa, un viaje para siempre, y pandemia.

Pandemia que nos detuvo, pandemia que me pegó el cachetazo más doloroso de mi vida. Todavía me duele la mejilla.

Al final, cayendo en crisis tan fuertes que ni siquiera acá pude llegar a expresar, entendí eso: estamos de viaje. 

Comenzamos nuestro viaje el 3 de Marzo, nos casamos por civil e hicimos "una reunioncita, tranqui" donde terminaron siendo de "los íntimos", los que podían hacerse un ratito un Martes. Noventa personas haciendo pogo en una casona antigua, absolutamente todos disfrutando en un recuerdo inolvidable. Juntamos dos familias tanas, los dos muy amigueros, y "CPIKÓ". 

Quizás fue la mejor despedida jamás planificada, hace cuánto no veo a todos, pero a la vez estamos cerca. Estamos de viaje, todos estamos de viaje. No elegimos el destino, algunos pegamos un timonazo, no lo elegimos, pero acá estamos. Pintar todo de colores no haría las cosas más fácil, sólo es mirar tus pies y sentirte afortunado. Reconocer las raíces, sentir los dedos, el corazón, y todo lo que tenemos adentro.

No sé si este es otro capítulo para contar al llegar a viejo, "nos casamos y nos agarró la peste del '20", siento mucho a los tatarabuelos, la sangre que me corre, que nos corre. La familia hoy más que nunca. Y mi familia, que es de dos. 

Me pregunto qué tanto crecimiento hay que duele tanto, es como cuando te duele el músculo porque lo sobreexigiste, pero sabés que puede. Todos podemos. Sólo que no sabíamos que estamos de viaje.

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